El modelo austríaco de «escuela activa»: una escuela de calidad significa permitir al alumnado moverse y no frenar esta necesidad natural

Para garantizar el óptimo desarrollo de jóvenes y adolescentes, es imperativo que practiquen el suficiente ejercicio. Está demostrado que la falta de ejercicio físico puede llevar aparejados problemas de comportamiento y provocar trastornos musculoesqueléticos (TME).

El presente documento de reflexión analiza el modelo austriaco de «escuela activa», centrado en la importancia de ofrecer al alumnado la posibilidad de realizar ejercicio físico en los centros escolares, contribuyendo así a mantener y mejorar su bienestar. El documento se ha elaborado con el fin de contribuir a la promoción de una buena salud musculoesquelética entre los niños y adolescentes (mediante la actividad física) y a una mayor concienciación sobre la importancia de realizar ejercicio físico. La pauta de comportamiento sedentario con frecuencia se prologonga durante la madurez. Permanecer sentado largas horas en el trabajo suele acarrear problemas musculoesqueléticos, en particular dolores lumbares y complicaciones en el cuello y los hombros. Si bien es posible introducir diversas adaptaciones en el puesto de trabajo para prevenir los TME, lo más eficaz es actuar desde las primeras fases y promover un estilo de vida menos sedentario en la infancia.